DOMINGO XX TIEMPO ORDINARIO
18 AGOSTO 2013
1ªLectura del libro del profeta Jeremías
En aquellos días, los príncipes dijeron al rey: «Muera ese Jeremías, porque está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad, y a todo el pueblo, con semejantes discursos. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia.» Respondió el rey Sedecías: «Ahí lo tenéis, en vuestro poder: El rey no puede nada contra vosotros.» Ellos cogieron a Jeremías y lo arrojaron en el aljibe de Melquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. En el aljibe no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo.
SALMO RESPONSORIAL
R/ Señor, date prisa en socorrerme.
+ Lectura del Santo Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo: ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz?. No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»
Jeremías tuvo que ejercer su misión de profeta denunciando falsedades y no dejándose comprar. Por ello fue perseguido, lo pasó verdaderamente mal.
Jesús quiso ser bueno con todos, pero sin fallar a su misión. Con su palabra y su conducta anunció un mensaje que levantó oposición. Ya desde pequeño habían dicho de Él que sería como una bandera discutida...
El
Evangelio recoge este conflicto y el que se genera frecuentemente en torno a su
mensaje. Jesús no fue un revoltoso, quiso verdaderamente la paz. Pero cuando se
actúa con independencia
y se adoptan decisiones como las suyas, aparece el conflicto sin que se busque.
No hay comentarios:
Publicar un comentario