jueves, 19 de marzo de 2015

CINE PARA CREER



MAP TO THE STARS

Sexo, violencia, corrupción, poder... son filtrados por una mirada cínica, vigorosa a la vez que provocadoramente hiperrealista, crítica a la vez que nihilista.
El último trabajo de Cronenberg es una demoledora radiografía del mundo de la fama, del infierno que a menudo se oculta tras las estrellas de cine. Plantea,  cómo no, un escenario sórdido, en el que el veneno de la fama ha picado a un chaval de  13 años, Benjie Wiss, utilizado por sus padres para ganar dinero y para ocultra la tragedia secreta de la familia. Detrás de una historia asfixiante de incestos, homicidios, trastornos psíquicos y desviaciones sexuales, Cronenberg nos hace un retrato de Hollywood: apariencias, un mundo poblado por depredadores, personas vacías de las que sólo queda el maquillaje, inocencias violadas en nombre del éxito y de la fama.
Esta podredumbre está dibujada con trazos luminosos, con una paradójica puesta en escena diáfana, en la que la procesión va por dentro. Se muestra la ambivalencia de todos los personajes. Julianne Moore, que encarna a una actriz con tanta ambición como poca autoestima. Los hermanos Agatha y Benjie Weiss representan brillantemente la inocencia corrompida, son también víctimas como protagonistas del mal, y en ellos la película es donde más pone el dedo en la llaga. Se han acostumbrado todos a vivir en la mentira y se han ido vaciando de su dignidad, dejando solo rencor y dolor.
Por último, Robert Pattinson hace de puente con el espectador: acaba de llegar a Hollywood lleno de ilusiones, haces sus pinitos como figurante, escribe sus bocetos de guión y se ganan la vida como chofer de limusianas. Aún no está corrompido, pero es cuestión de tiempo, como vemos a lo largo de la película cuando las depredadoras como Havana quieran extirparle cualquier residuo de pureza y honestidad.

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