Coincidiendo con el 70 aniversario de la liberación de Auschwitz se estrenó esta película de Giulio Ricciarelli, que cuenta la historia de Johann Radmann, un joven fiscal que, a finales de los cincuenta, comenzó a investigar lo sucedido en Auschwitz. En aquel momento los alemanes habían corrido un tupido velo sobre el III Reich y nadie quería saber nada de crematorios, cámaras de gas ni exterminios de judíos. Todo el mundo tenía nazis en su familia y habían optado por mirar hacia adelante imponiendo un tácito olvido del pasado. Pero ¿era eso justo? Es la pregunta que lleva al fiscal Radmann a reabrir viejas heridas. Interesantísima película que cuenta hechos reales que ponen sobre la mesa densos dilemas morales y jurídicos. El presupuesto moral en el que se basa esta película era la necesidad de que Alemania asumiera la verdad entera, que los culpables pidieran perdón y pagaran las consecuencias.
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