PENTECOSTÉS 2014
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2, 1-11
8 JUNIO 2014
El
gran psicólogo austríaco Viktor Frankl se encontraba en un campo de
concentración de los nazis junto con miles de compañeros. Hay un momento de su
larga prisión en que tiene la oportunidad de fugarse. Y efectivamente lo hace,
aprovechando las sombras de la noche. Pero fuera ya..., recuerda cómo quedan
sus compañeros de cárcel, cómo quedan desprotegidos y en peligro, y olvidándose
de sí mismo vuelve al campo y sigue sirviendo en sus oficios de médico, de
padre y casi de sacerdote. Viktor Frankl dice que fue entonces cuando sintió
una paz y una alegría tan grandes como nunca había sentido.
Esa
alegría y esa paz son fruto del Espíritu Santo y las sienten todos los que aman
a Jesús sacrificándose por los demás. Las hemos visto reflejadas en el rostro
de la madre Teresa de Calcuta, a pesar de que sus ojos veían tantas miserias.
Esa
alegría y esa paz no las sienten los egoístas, los que sólo piensan en sí
mismos, los que, si piensan en los demás, no es para sacrificarse por ellos,
sino para aprovecharse de ellos.
Nos
dice la primera lectura que el Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles en forma
de lenguas de fuego, para darnos a entender que el Espíritu divino dio calor a
sus corazones para ir por el mundo y predicar a Jesús con la palabra y con su
conducta de amor a los demás; amor a los demás que es la mejor manera de
predicar a Jesús.
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