DOMINGO XXVIII TIEMPO ORDINARIO
12 OCTUBRE 2014
+ Lectura del santo Evangelio según San
Mateo
En aquel tiempo volvió a hablar Jesús en
parábolas a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo, diciendo: «El
Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó
criados para que avisaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a
mandar criados encargándoles que les dijera tengo preparado el banquete, he
matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda. Los
convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios,
los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El
rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y
prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está
preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los
caminos y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados
salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos.
La sala del banquete se llenó de comensales.
[Cuando el rey entró a saludar a los comensales reparó en uno que no llevaba
traje de fiesta y le dijo: "Amigo ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de
fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros:
"Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el
llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados y pocos los
escogidos."]
Seis consejos
para que no te aburras en misa
1. Mientras te trasladas de
casa a la Iglesia «prepara tu corazón».
Piensa: «Voy a encontrarme
con el Señor y con un grupo de hermanos en la fe; voy a escuchar a Jesús que
hoy quiere decirme algo». Pregúntate: «¿De qué le voy a dar gracias a Dios?
¿Qué llevo en mis manos para presentarle hoy?».
2. Sé puntual y colócate en
un sitio próximo al altar. No te sitúes en la parte de atrás, o en los últimos
bancos del templo. Te distraerá la gente que llega tarde. Además, una comunidad
dispersa, en la que cada uno se sienta donde le apetece, no hace visible la
unidad de todos en la fe y en el amor.
3. Al entrar en la Iglesia
recoge, si las hay, las hojas o libro de cantos. Luego, participa también
cantando. Si no conoces los cantos, lee el texto. Te unirá a la comunidad.
4. Presta atención a las
lecturas y a la predicación del sacerdote. Te encontrarás, sin la menor duda, y
a menudo, con que el sacerdote no es un buen orador o que dice cosas sin
sustancia. No te importe. No lo juzgues. Con toda certeza, Jesús te quiere
decir algo a través de él y hasta te sorprenderá en más de una ocasión.
Frecuentemente Dios dice grandes cosas a través de malos predicadores.
5. Tras haber participado en
la Eucaristía, en la comunión, aprovecha los instantes de silencio que se te
ofrecen para hablar con el Señor, para darle gracias, para pedir fuerzas y
programar la semana que vas a comenzar.
6. Por fin, márcate un pequeño
compromiso para la semana próxima. Intenta, desde él, ser más fiel a
Jesucristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario