jueves, 2 de octubre de 2014

LA PALABRA DE DIOS






DOMINGO XXVIII TIEMPO ORDINARIO
12 OCTUBRE 2014

+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo

En aquel tiempo volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo, diciendo: «El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados encargándoles que les dijera tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda. Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales.

[Cuando el rey entró a saludar a los comensales reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos."]


Seis consejos para que no te aburras en misa

1. Mientras te trasladas de casa a la Iglesia «prepara tu corazón».
Piensa: «Voy a encontrarme con el Señor y con un grupo de hermanos en la fe; voy a escuchar a Jesús que hoy quiere decirme algo». Pregúntate: «¿De qué le voy a dar gracias a Dios? ¿Qué llevo en mis manos para presentarle hoy?».

2. Sé puntual y colócate en un sitio próximo al altar. No te sitúes en la parte de atrás, o en los últimos bancos del templo. Te distraerá la gente que llega tarde. Además, una comunidad dispersa, en la que cada uno se sienta donde le apetece, no hace visible la unidad de todos en la fe y en el amor.

3. Al entrar en la Iglesia recoge, si las hay, las hojas o libro de cantos. Luego, participa también cantando. Si no conoces los cantos, lee el texto. Te unirá a la comunidad.

4. Presta atención a las lecturas y a la predicación del sacerdote. Te encontrarás, sin la menor duda, y a menudo, con que el sacerdote no es un buen orador o que dice cosas sin sustancia. No te importe. No lo juzgues. Con toda certeza, Jesús te quiere decir algo a través de él y hasta te sorprenderá en más de una ocasión. Frecuentemente Dios dice grandes cosas a través de malos predicadores.

5. Tras haber participado en la Eucaristía, en la comunión, aprovecha los instantes de silencio que se te ofrecen para hablar con el Señor, para darle gracias, para pedir fuerzas y programar la semana que vas a comenzar.

6. Por fin, márcate un pequeño compromiso para la semana próxima. Intenta, desde él, ser más fiel a Jesucristo. 

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