SI DIOS QUIERE
El hombre propone…
Con demasiada frecuencia las películas que quieren hablar de la
trascendencia, o trasmitir ideas cristianas, acaban siendo catequesis
dirigidas exclusivamente a un público ya convencido. Se convierten
entonces en ocasiones desaprovechadas, aun bienintencionadas. Si Dios quiere,
por el contrario, se dirige objetivamente al gran público, creyente o
no, en el formato de una divertida comedia italiana muy abierta, que
toca muchos palos y cuenta con personajes para todos los gustos. Este
tono popular no le impide al filme hablar con desenfado de cuestiones
profundas como pueda ser la libérrima voluntad de Dios, el
descubrimiento de la vocación o el prejuicio antirreligioso.
Tommaso es un cardiólogo romano de fama, de mentalidad positivista y
atea, y de personalidad prepotente y desabrida. Está casado y tiene dos
hijos. La mayor ya está casada y vive con su marido en la puerta de al
lado. El pequeño, Andrea, es un estudiante de Medicina, que un día
decide reunir a la familia para comunicarles una decisión. A partir de
ese momento, todos los personajes experimentarán cambios en su vida que
les convertirán en otras personas.
Si Dios quiere es una parábola moderna y en clave de humor
que ilustra una realidad de la que dan cuenta algunos refranes o citas,
como «el hombre propone y Dios dispone» o «los caminos de Dios no son
los nuestros». Al principio el filme parece que habla de las decisiones
que toman los protagonistas, pero más tarde comprendemos que en realidad
habla de las decisiones que toma Dios.
La película supone el debut como director de Edoardo Maria Falcone, guionista de la reciente comedia romántica ¿Te acuerdas de mí?,
entre otros muchos títulos. El reparto está encabezado por Marco
Giallini, en el papel de Tommaso; Alessandro Gassman (hijo de Vittorio
Gassman), en el papel de sacerdote y Laura Morante, que hace de esposa
de Tomasso.
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