
Cuando vayan mal las cosas
y la vida se ponga cuesta arriba,
date una tregua y descannsa,
nunca te rindas.
Lucha y ama de verdad,
porque no hay dificultad
que el amor no pueda solventar.
No hay puerta que se resista al amor,
ni herida que no cicatrice.
No hay muro que con amor
no se pueda derribar,
ni pecado que no se pueda redimir.
Con amor todo se puede superar.
No hay silencio que Dios no entienda,
ni tristeza que Él so sepa.
No hay amor que Él no ignore,
ni lágrimas que no valore,
ni pecado que no perdoe.
Sólo el amor de Dios puede abrir
un camino de esperanza al hombre,
propenso al mal y a la amargura
que habite en lo profundo de su corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario