SAN ANTONIO DE PADUA
13 JUNIO
Antonio de Padua no nació en Padua, sino que vivió y murió en Padua. Ël había nacido en Lisboa. Antonio era un tipo con una personalidad fuera de serie. No en vano, desde el día en que murió, se le recuerda con admiración, a pesar de haber muerto muy joven, a los 35 años. Quizá por ser tan joven se le representa en las Iglesias con cara de crío y, quiza por eso, las jóvenes de antaño lo volvían loco pidiéndole novio. También fue el rastreador de objetos perdidos, y se decía que para encontrar el monedero no había nada como prometerle un duro a San Antonio. Somos unos cómicos inigualables cuando tratamos con los santos.
Antonio salió de su tierra. Andando, llegó a Asís. Allí conoció a Francisco y se añadió al grupo naciente de los franciscanos. Lo suyo era predicar. Su palabra era arrolladora. La gente le seguía a todas partes, y cuando se sabía que iba a hablar Antonio, se llenaban las plazas de las grandes ciudades para oírle.
Así recorrió un montón de veces el surde Francia y el norte de Italia. Se quedó a vivir con asiduidad en Padua, que está a unos kilómetros de Venecia. Y dicen que fue en Rímini, en el mar Adriático, donde se puso a hablar a los peces del mar porque la gente no le hacía caso. Y los peces sacaban sus cabecillas del agua para escuchar la hermosa voz de Antonio. Eso se dice. A mí no me extrañaría que fuera verdad!!!!
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