Gravity
Diafruta de las vistas de nuestro planeta desde esas alturas del espacio, envuelto en un silencio sobrecogedor. Es un espectáculo que merece la pena ver.
La armonía de los planos nos recuerda también la mística de la última creación del director MALICK. Esa belleza se ve ensombrecida por la presencia violenta y letal de la chatarra espacial, que las agencias internacionales han ido colgando de nuestro cielo en los últimos cuarenta años. Es también un crítica de corte ecológico, indudablemente da mucho que pensar.
La película es fundamentalmente un drama antropológico. Por un lado, se perfila con claridad esa visión del hombre tan de Hollywood por la que la voluntad y la confianza en uno mismo se presentan como garantía del triunfo y la gloria final. Esta visión tan americana de sabor protestante es la fisionomía propia del héroe, que se sobrepone a sus debilidades y desafía al destino con un coraje algo autosuficiente. Pero este director (CUARÓN), de educación mejicana y catòlica, sabe que eso no basta, y subraya, en el personaje que encarna Sandra Bullock, la dimensión religiosa de QUIEN SABE QUE NECESITA REZAR O QUE RECEN POR ELLA. Ryan se lamenta de que no la hayan enseñado a orar, y los distintos iconos religiosos que Cuarón coloca en las distintas bases espaciales enfatizan la creciente conciencia religiosa del personaje. Ryan está herida por la vida, y la muerte prematura de su pequeña hija mantiene vivo su profundo anhelo de un MÁS ALLÁ REDENTOR. El personaje de Clooney es más cínico, más sobrado de autoestima, es un hombre que ya no ama ni es amado, pero que, com el buen ladrón del Evangelio, ve cómo su vida se llena de sentido en su último gesto, en su decisión final.
Si comparamos esta película con "Lo imposible" de Bayona, la diferencia está en que aquellos personajes eran incapaces de suplicar a Dios, incluso en lo más porfundo de su desesperación; la diferencia fundamental está en el "¡GRACIAS!" que Ryan pronunica antes de mirar al cielo en el desenlace final. O sea, que éxito no sólo es fruto de nuestra aguerrida voluntad (protestantes), sino en la ayuda divina (católicos). Gravity es una buena película de entretenimiento. Si no fuera por lo angustioso de algunas situaciones, sería un film para toda la familia. Pero, desde luego, para los adolescentes puede ser sumamente EDUCATIVA.
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