Flow, de David Martínez
Intenso viaje interior de un actor con problemas personales y familiares que busca su identidad y el sentido de su existencia. Gracias a la fuerza expresiva del actor Juan del Santo, esta historia de un solo personaje y sencilla producción se convierte en un verdadero tratado fílmico de antropología moderna, y en un diálogo inmediato y sincero con el espectador. Una cuidada fotografía y una puesta en escena esencial nos introducen en el mundo y drama interiores de Walter, un personaje que no solo encarna la condición del actor, sino que expresa con delicadeza y positividad las grandes cuestiones del ser humano.
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